Los profesionales que nos dedicamos a la Narración Oral siempre estamos inmersos en la búsqueda de nuevos materiales para contar y en diferentes maneras de hacerlo, bien sean textos, libros, objetos, incorporar música, ilustraciones, marionetas, etc.
En esta búsqueda, que a la vez es descubrimiento, me he ido topando últimamente con la poesía dirigida a la infancia. Ya había coqueteado con ella anteriormente contando de manera esporádica algunos textos de Gloria Fuertes, Carmen Gil, Jairo Aníbal Niño, o Roald Dahl, y también de poesía popular. Pero ha sido este año donde una serie de circunstancias me han llevado a trabajar de manera más profunda la poesía de autor como material narrativo.
A la hora de contar me gustan más los textos en los que se cuenta una historia, en los que hay de alguna manera, presentación, nudo y desenlace. Esto en la poesía para adultos no es lo habitual, pero en la que se dirige a la infancia, muchas veces se cuentan historias con el juego que dan los versos rimados. Quizás se podría hablar de “cuentos en verso” más que de poesía, sin embargo el componente evocador, emocional, fantástico o abstracto de muchos de esos textos que he leído últimamente creo que pueden aportar un valor más a la narración oral.
Por otra parte, como narrador, estos textos implican sus dificultades. Son textos medidos y cerrados, con un ritmo determinado, por lo que lo primero que hay que hacer es memorizarlos al pie de de la letra. Si lo que queremos es recitarlos sin más, nos podemos quedar ahí y ensayarlos hasta tenerlos seguros. Pero en mi caso, lo que pretendo es contar un cuento y hacerlo mío, con lo que no solo hay que darle vueltas a los ritmos y cadencias, sino también a las palabras. Así que si considero necesario, quito, cambio o añado palabras, igual que hago con los demás cuentos, y dejo cierto margen a la improvisación.
Tal vez esta manera de trabajar vaya cambiando a medida que profundice más, de momento estoy imbuido y encantado de navegar por estos versos gracias a autoras y autores en castellano, que desde aquí recomiendo para leer, para contar, para disfrutar: Adela Basch, Beatriz Giménez de Ory, Beatriz Osés, Carmen Gil, Emilio Lome, Gloria Fuertes, Jairo Aníbal Niño, Liliana Cinetto, Mar Benegas, María Luz Uribe y Raúl Vacas.